Sant Sebastià, Palma y más allá
19-20 de enero de 2026
Cada enero, Mallorca cambia las toallas de playa por hogueras. Ningún lugar brilla más que Palma, la capital de la isla, donde las Festes de Sant Sebastià convierten el casco antiguo en un escenario de música, fuego y tradición. Entre foguerons crepitantes, conciertos al aire libre y el espectacular correfoc de diablos y dragones, la ciudad celebra durante quince días una de las fiestas más intensas del calendario balear.
El espíritu de la fiesta
Sant Sebastià es el patrón de Palma, y cada año el municipio diseña un programa que toma las plazas del centro con actuaciones musicales, talleres, deporte, arte urbano y, por supuesto, torrades: barbacoas callejeras donde los vecinos asan sobrasada, botifarrons y pan sobre las llamas.
La noche grande es La Revetla, el 19 de enero, víspera de la festividad. En esa velada, la ciudad entera vibra: cada plaza se transforma en sala de conciertos al aire libre, las llamas iluminan las fachadas góticas y el aire se impregna del aroma de la carne asada. Al día siguiente, el 20, Palma honra al santo con actos religiosos y un ambiente festivo que se prolonga hasta bien entrada la semana. En ediciones recientes, más de 30.000 personas han asistido al correfoc de clausura, una danza infernal de fuego y pólvora que hipnotiza a locales y visitantes.
Tradición y leyenda
La devoción por San Sebastián llegó a Palma durante una plaga en 1523–1524. Según la tradición, un barco que transportaba una reliquia del santo —un fragmento de su brazo— se refugió en la bahía a causa de una tormenta. La peste remitió poco después, y los palmesanos adoptaron a San Sebastián como protector. Desde entonces, su festividad del 20 de enero se ha convertido en la gran fiesta de invierno de la ciudad. La reliquia se conserva y venera aún hoy en la Catedral de Mallorca.
Entre los símbolos más queridos destaca el Drac de na Coca, criatura legendaria que, según cuentan, habitó las cloacas medievales de Palma y hoy escupe fuego para inaugurar las celebraciones. A su paso, las colles de dimonis —agrupaciones de demonios— llenan las calles de chispas, tambores y humo. Es un espectáculo de energía pura, típicamente mallorquín, y casi siempre gratuito.
Sant Sebastià 2026: lo que te espera
En 2026, la festividad principal caerá en martes 20 de enero, por lo que la Revetla se celebrará el lunes 19. Se esperan varios escenarios en las plazas de Cort, Major, Reina y Joan Carles I, con actuaciones de grupos locales y nacionales, además de hogueras municipales con parrilladas gratuitas.
El programa familiar Sant Sebastià Petit, con talleres, cuentacuentos y espectáculos, se desarrollará los días previos. Y tras el día del santo, el esperado correfoc pondrá el broche final a un ciclo de fuego y música que se extiende a lo largo de dos fines de semana.
Una novedad que podría consolidarse es el Día de la Pesta, instaurado en 2025: un recorrido histórico-festivo que revive los orígenes de la devoción con representaciones teatrales, procesiones y rituales populares.
Más allá de Palma
Aunque Palma concentra la celebración principal, el fuego se extiende por toda la isla. Muchos municipios enlazan las fiestas de Sant Antoni (16–17 de enero) con las de Sant Sebastià, creando un continuo festivo que abarca casi toda la segunda quincena de enero.
- Inca: foguerons, torrades comunales, xeremiers (gaiteros) y dimonis locales en torno al 19 y 20.
- Sa Pobla, Manacor, Artà: celebraciones de Sant Antoni con hogueras, bendiciones de animales y fuegos espectaculares, perfectas para quienes buscan una semana completa de tradiciones encendidas.
- Llucmajor, Algaida y pueblos del Llevant: pequeños correfocs y rosarios dedicados al santo, con ambiente familiar y cocina popular.
Cómo vivirlo como un local
- Lleva algo para asar. Compra sobrasada, pan y vino por la tarde; por la noche, busca un fogueró y comparte. Muchas hogueras disponen de parrillas públicas.
- Vístete para las chispas. Ropa de manga larga, zapatos cerrados, gorro y bufanda; el fuego del correfoc no es para los desprevenidos.
- Sigue la música. Cada escenario tiene su estilo, desde rock hasta folk o electrónica. La Revetla es una muestra viva del talento mallorquín.
El fuego que une
En pleno invierno, Palma arde en comunidad. Entre brasas, guitarras y dragones que lanzan fuego, la ciudad celebra no solo a su patrón, sino también la alegría de reunirse en torno a la luz. Es un ritual ancestral que transforma las noches frías en una danza de calor y convivencia.